domingo, 7 de marzo de 2010
No Rehuir nunca la batalla
Pero nunca rehúye la batalla. Mantuvo el tipo el español. Conservó el saque y, acto seguido, enmendó la situación con un break al saque helvético.
Para ese momento, Wawrinka ya había sido incapaz de disimular la fatiga. Llegaba tarde a los puntos y sus errores no forzados se acumulaban. Esto desquició al suizo. Primero, lanzó de malos modos, de un raquetazo, una pelota hacia el techo de La Plaza de Toros de La Ribera. Acto seguido, tras otro error, estrelló su instrumento contra el suelo. Una y otra vez hasta romperla. Esto supuso la pérdida del punto y poner a Ferrer con tres puntos de set.
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