La Importancia del Entusiasmo

¿Cual es la importancia del entusiasmo en la consecución del éxito? Fácil. El entusiasmo es el sistema de encendido psicologico de las personas, sin lo cual no pueden ponerse en marcha. Es como tener un bello auto pero que no se mueve porque no prende, no arranca, está muerto. Sé de personas educadas en las mejores universidades, ataviados de las mejores ropas, visualmente muy atractivos y con mucho dinero invertido en verse bien, pero que no tienen aliciente para emprender proyectos, que se dejan llevar por la corriente y el montón, que no poseen entusiasmo por lo que son y mucho menos por lo que hacen. Pero sé también de otros, mas bien feitos (jejej puedo ser uno de ellos), sin preparación académica formal, pero apasionados y entregados a una causa, a su causa, sea esta cualquiera que fuere, entusiasmados con ella y llevándola hasta sus últimas consecuencias, con un plus adicional, que se destacan en su ramo. La importancia del entusiasmo se nota en las justas deportivas, cuando equipos chicos superan a las grandes estrellas; cuando el atleta del país subdesarrollado x, obtiene la presea dorada; cuando el escritor tercermundista gana el Nobel de literatura o el Príncipe de Asturias…La diferencia crucial no consiste en los elementos al alcance de cada cual. La diferencia crucial reside en el entusiasmo que se invierte en cada actuación. Es como la amante que se entrega por completo y siente cosquillas por todo su cuerpo y a su vez nos transmite, no solo su calor, sino su ternura, así no sea la más hermosa, seguramente nos atrapará, por su entusiasmo. Muy distinto a la bella amante, mecánica y fría, que pasivamente, tan solo se deja hacer, ensimismada. Es el entusiasmo la adrenalina psicológica que hace que su mente, cuerpo y voluntad trabajen para asegurarle la victoria, a pesar de lo duro que ésta resulte, dadas la competencia, las limitaciones económicas y muchos otros inconvenientes. No obsta recordar que nacemos con entusiasmo recargado. O me van a decir que semejante grito de un recién nacido no es entusiasmo por la vida; si un adulto emulara proporcionalmente a supeso y estatura, este alarido de vida, le tendrían que oír por lo menos a un kilómetro de distancia. Pero el sistema y las circunstancias con sus “peros” y “qué dirán”, mengua nuestra chispa para vivir e intentar nuevos proyectos; los adjetivos calificativos denigrantes también empobrecen nuestras reservas de entusiasmo. Oír elogios, alabanzas y frases positivas respecto a lo que hacemos, pensamos o planeamos son tan poco frecuentes, que el sujeto tiende a hallar su seguridad, fingiendo ser lo que no es o siendo uno más del montón, volviéndose enfermizamente, conformista. Cuando sienta que el entusiasmo no sirve de nada; cuando crea que lo material lo es absolutamente todo, los títulos y cosas de esas…recuerde que Einstein ni Von Braun tenían la titulación de doctor. Un diploma es solo eso, un pedazo de papel que no le asegura el éxito, ni mucho menos la felicidad. Siendo tan importante…¿cómo creamos entusiasmo? Una posibilidad valedera es, sonriendo, frente a los problemas, frente a los triunfos, frente al miedo. La sonrisa habla bien de usted, la sonrisa saca corriendo al negativismo, desarma a los adversarios. Siendo una persona de buen humor, también creará entusiasmo y atraerá como una superficie imantada a las personas de su alrededor, mejorará su salud y elevará sus defensas. Para crear entusiasmo aprenda mucho más de sus bienes, productos o servicios ofrecidos, de su afición o profesión. Motive a sus semejantes y como retroactivo, mayor motivación y entusiasmo logrará para usted . No olvide que la actitud, siempre, es más importante que la capacidad.