No te Rindas de Rojas Marcos

Con autoestima y optimismo se superan las adversidades". Ésa es la fórmula que Luis Rojas Marcos ofreció ayer a los alrededor de 240 empresarios que acudieron a la conferencia organizada por la Cámara de Comercio de Las Palmas en busca de la receta con la que salir airosos de la crisis. Trufada de chistes, anécdotas, encuestas improvisadas y mucho diálogo con la concurrencia, la conclusión raya en manual de autoayuda: enfrentar el futuro con buena cara y mejor disposición. O como hubiera dicho el propio Confucio (500 aC): "Es mejor encender una vela que maldecir en la oscuridad". Asegura el doctor en Psiquiatría -autor de, entre otros, Nuestra felicidad, La ciudad y sus desafíos, La autoestima y convivir o Superar la adversidad- que por suerte, aunque por motivos culturales en Europa y en España está mal visto ser optimista, en la realidad no ocurre así. Los españoles son optimistas por naturaleza. Con las gafas del optimismo el futuro se traduce en esperanza, en el panorama general pero también en el personal; del pasado se borran los malos recuerdos -"la memoria es muy útil", dice- y el presente, visto con esas lentes, se traduce en el convencimiento de que ni la situación económica actual durará siempre ni tampoco es culpa del empresario. "Haciendo un estudio sobre la esperanza de vida", contó, "conocí a una señora francesa de 122 años. Había montado en bicicleta hasta los 100, comía un kilo de chocolate a la semana, de vez en cuando se embadurnaba en aceite de oliva. Pero, sobre todo, se la conocía por su excelente ánimo". La persona optimista no se rinde. "Quienes localizan el centro de control dentro de ellas tienen más posibilidades de superar una adversidad que quienes lo localizan fuera". La razón: los primeros frente a los segundos no se cruzan de brazos ni dejan que sea el azar el que decida. En eso juega un papel fundamental la autoestima. Quienes tienen buen criterio de sí mismos tienen una misión. Eso mismo vale también para una empresa, dice Rojas. De la ecuación (optimismo + autoestima) se obtienen los elementos para enfrentar la adversidad: confianza, autocontrol, capacidad de análisis y capacidad de tomar decisiones. A la receta hay que añadir, apunta el psiquiatra, una pizca de resilencia (resistencia y flexibilidad) y otra de humor. "Superar las adversidades no es nada excepcional. Todos los días hay alguien que supera alguna".