Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

jueves, 4 de marzo de 2010

Mikah Waart

El éxito de El Secreto (Ed.Urano), número 1 de ventas en libros de no ficción con 45 semanas en lista, ha puesto de moda la antigua Ley de la Atracción. Según esa ley, que funciona de forma tan matemática como la Ley de la Gravedad, basta con pedir cualquier cosa al Universo, sin angustia y con fe, para conseguirlo. Uno de los expertos en el tema, asesor financiero, ex-directivo de multinacionales como USG o Unique, y coach de ejecutivos, el holandés de Amsterdam residente en Castelldefels, Mikah de Waart, 38, lo explicará esta tarde, a las 20:00, en El Caminet (Escola Pia, 15). —¿Por que en las librerías la sección de Autoayuda no para de crecer? —Porque ahora la gente necesita tomar las riendas de su vida más que antes. Hoy hay muchas más posibilidades. —¿Y por qué El Secreto es el que ás se vende? —Porque es fácil de entender y realmente funciona. —¿Cuando habla de Universo, quiere decir Dios? —No. Dios es mucho más grande. La Ley de la Atracción sólo dice que todo lo que se parece se atrae. Por tanto, tu puedes atraer en tu vida lo que quieras. —¿Por ejemplo? —Una mujer holandesa a la que yo estaba dando el curso, quería una casa junto al mar en una playa tropical. —No me dirá que le pidió al Universo una casa en Honolulú y el Universo se la dio. —En Honolulú no, pero en Florida sí. Conoció «por casualidad» unos turistas americanos en Amsterdam y precisamente necesitaban alguien que les guardara su casa en la playa de Florida 10 meses al año. Hoy está viviendo allí. —Tan simple como 1: pedir, 2:confiar y 3: recibir ¿Es eso? —Tan simple en teoría. Aplicarlo en el día día no es tan fácil. Es lo que yo enseño en mis cursos. —¿Donde está la dificultad? —Una de ellas es que si tu estás pidiendo algo, pero a nivel inconsciente tienes miedo, la ley de la Atracción no surtirá efecto. —¿Como vas a temer lo que deseas? —Pues pasa a menudo. O bien n forkmulas tu deseo en los terminos adecuados. —¿El Universo entiende de términos? —Si pides dejar de fumar, estás pidiendo fumar porque el universo reacciona a lo que tu tienes en mente y no comprende la palabra No. —¿Entonces qué has de pedir? —Salud, vida sana, pulmones limpios... algo afirmativo. Has de proyectar la imagen que te gusta. No la que quieres abandonar. —Más ejemplos. —Si pides dinero, pero dentro de tí estás pensando que no te lo mereces, la ley tampoco funciona. —Curioso. —Es como apuntarte a un gimnasio para adelgazar, pero luego no vas. O el que pide liquidar sus deudas y solo emite la palabra deudas. —El libro siempre habla de pedir un millón de dólares, un coche más bonito, un aumento de sueldo... ¿No es feo mezclar el Universo con el dinero? —Yo pongo muchos ejemplos de dinero porque es algo tangible. Sin embargo voy a tranquilizarle. —Venga. —Casi nadie que viene a los cursos quiere dinero. La mayoría piden paz interior, equilibrio, salud, pareja... y si piden una casa sólo es por la sensación de seguridad que viene detrás. —¿El Secreto incita al consumismo? —Puede parecerlo y es una parte del libro que no me gusta. Yo enseño a tener, hacer y ser. Por este orden. —¿Por ejemplo? —Por ejemplo, si quiero una pareja, pero estoy demasiado ansioso de amor, estoy transmitiendo ansiedad y la gente huirá de mí. Sólo cuando yo sea amor y rebose amor, surgirán las oportunidades. —¿Amor atrae amor? —Así es, pero ojo, la Ley de la Atracción sólo te abre una puerta. Luego tu has de estar atento, detectar esa oportunidad y cruzar la puerta. —¿Como la detectas? —Parecerá una casualidad. Pero por supuesto no es ninguna casualidad, sino una oportunidad que te brinda el Universo y que tu has de saber aprovechar. —¿Puedo pedirle al Universo que otra persona se muera? —No. Sólo puedes desear lo mejor para ti y tu entorno. Es lo que llamamos un deseo «ecológico». No puede dañar a nadie. —¿Es lo mismo que «el poder de la oración» de los cristianos? —No. La oración es muy mental. Esto es más emocional, más inconsciente. —¿Tenemos derecho a desear y obtener cualquier cosa sin dar nada a cambio? —La ley es sencilla: todo lo que se parece se atrae. Si tu «eres» amor, recibirás amor. Los alcohólicos atraen alcohol. Los depresivos atraen depresión. La gente rica, gente rica. —¿No es más inteligente aprender a no desear? —Estoy de acuerdo con el concepto, pero eso en una sociedad como la nuestra bombardeada por la publicidad es casi imposible. Casi

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