Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

jueves, 4 de marzo de 2010

La Opinión que tenemos de nosotros mismos

Al abordar esta temática, lo primero que querría cuestionarme junto con Uds. es lo relativo al término "ORIGENES", que según la Real Academia es el principio, nacimiento, manantial, raíz y causa de una cosa. "Tiene que ver con el lugar donde se ha nacido, o de donde proviene, motivo o causa de algo, punto de intersección de los ejes coordenados". "ORIGEN" término sagrado y profano ligado a la moral y a sectas heréticas que parecen compartir alguna suerte de creencia... Desde los orígenes del pensamiento filosófico, los problemas humanos fueron modelados según modelos y los vínculos humanos y personificado los elementos de la naturaleza, que lógicamente debían precedido. Y hoy, ¿seguimos preguntándonos sobre los orígenes del mundo, del conocimiento, del hombre y su psiquismo, en una búsqueda sin tregua, que parece sin fin pero que ha servido de alguna manera, para construirnos, investigando, todo el andamiaje teórico sobre el cual trabajamos?... Búsqueda, investigación histórica, sustento para sustento de la teoría, todo parece conducir a cierta forma de creencia y causalidades: elucubrar desde el óvulo fecundado o antes hasta un idealizado estado de adultez. ¿Será que estamos buscando en el origen y evolución de nuestro Self la utopía de ser dueños de nuestro propio destino? ¿Formará parte de este propósito, nuestro encuentro de hoy? II) EL CONCEPTO DE SELF "SELF", en inglés deriva del antiguo "seolf" y "silf", proveniente del alemán "Selb", actualmente, "Selbst". Términos ligados al concepto de identidad también usables como prefijos, determinantes del sentido de la palabra a la que anteceden, por ej. Selbstanalyse: autoanálisis . Las traducciones posibles al castellano: sí mismo, uno, uno mismo, auto. En castellano y en francés las palabras "Si" ó "soi" precisan de "mismo" ó de "même" para implicar el sentido de identidad que tiene el término en inglés o en alemán. Rastreando en la obra de FREUD, encontramos la noción de "sí mismo" (Selbst) en 1910 cuando, en el contexto de la primera tópica y de la primera teoría de las pulsiones se refiere a: "... la idea de un organismo que busca preservarse de la muerte, a la idea global y no determinada del sujeto, individuo y quizá persona". Con la introducción del narcisismo, el objeto de la libido es el Yo y el Sí Mismo pertenece al nivel conceptual de la elección de objeto, es el objeto de amor del Yo. En una segunda acepción el Sí mismo queda definido como "un conjunto restringido de representaciones que conforman para el sujeto un modelo arcaico de sí y que funciona como objeto actual del amor del yo". El Sí mismo, adquiere este sentido en la elección narcisista del objeto. La identificación con el objeto produce un conjunto de representaciones que el sujeto tiene de sí, este modelo será buscado en el objeto y revestido de libido narcisista. Lo amado en el objeto será el modelo; el Sí mismo, lo que uno mismo fue. La tercera acepción corresponde a la construcción activa y permanente de un modelo actual de sí mismo, resultante de una elección que incluiría aspectos del Yo y aspectos que no corresponden al Yo del individuo. Las nociones de Sí mismo y de Yo no son superponibles, ya que se refieren a grupos de representaciones con distinto contenido. Las representaciones con que se construye el modelo incluirán los aspectos de sí valorados narcisísticamente. El "yo" no engloba rasgos que intervienen en el modelo, el físico o la edad, por ejemplo que no son estrictamente parte del yo. La cuarta acepción surge de la introducción del concepto de "ideal del yo" que forma parte de la noción de "sí mismo" ya que sin ser "yo" está investido del libido narcisista y "aparece como modelo, una representación o conjunto de representaciones que, a diferencia de los modelos anteriores, se conforma a partir de lo que el sujeto no posea en el momento actual." Las insuficiencias de la primera tópica, del modelo de "yo como sujeto y objeto" provocaron que fuera sustituida por la segunda, en esta se conservaran ciertas denominaciones: "yo", "ideal del yo" pero el concepto de sí mismo se eclipsará hasta desaparecer. MELANIE KLEIN, intentando aclarar las diferencias entre yo y self, dice: "el yo es la parte organizada del self, constantemente influida por las pulsiones (instintos) pero teniéndolos bajo control por medio de la represión; por otra parte, dirige todas las actividades y establece y mantiene la relación con el mundo exterior. El self envuelve la totalidad de la personalidad que incluye no solamente el yo sino la vida de los instintos que Freud ha llamado el ello." Cuando habla los distintos aspectos del self hace también referencia a los objetos internos y a entidades como el superyo que se viven como objetos internalizados. Para ella el yo existe en forma rudimentaria desde el nacimiento pero la noción de self implica la capacidad de sentirse uno mismo como totalidad animada. Está ligada entonces a la elaboración de la posición depresiva. Una buena estructuración del self implica la posibilidad de reconocerse en sus distintas relaciones de objeto y mecanismos defensivos así como la disminución de la identificación proyectiva patológica y la tolerancia de ansiedades depresivas y persecutorias. PARA LA PSICOLOGIA DEL YO la primera investidura tiene lugar sobre una representación indiferenciada self-objeto. Las investiduras diferenciadas se realizan a medida que se discriminan las representaciones del self y los objetos. En 1950 HARTMANN propone definir el narcisismo, "no como la catexis libidinal del yo, sino como la del self" y utilizar "representación del self" como opuesto a "representación de objeto". Entiende por "yo" la instancia psíquica que entra en oposición con las otras instancias y por "self" la persona o el individuo en contraposición al objeto, incluyendo su cuerpo, su organización psíquica y sus partes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario