Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

domingo, 18 de abril de 2010

La INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social. Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida. Ya en tiempos de lo Griegos se hablaba de la Alegoría de el carro que decían que el hombre tenía que dominar a dos caballos y que había un auriga que los controlaba a dos apetitos del hombre. Pero actualmente partiendo de dos autores se establece lo que hoy se da a llamar la inteligencia emocional ellos son Solovey y Mayer, los cuales dieron pie a que un investigador del New York Time diera a conocer al mundo a este concepto Daniel Goleman, pero esto abrió cause a un educador José Antonio Alcázar, estos hablaremos en este capítulo. Se expondrán los postulados de cada uno y su modo de ver actualmente este punto basado en las ultimas exposiciones de sus temas en la Internet. 1. Las emociones según Solovey Salovey acuña sobre la definición de Gardner de la inteligencia personal sus conceptos sobre lo que seria para él la inteligencia emocional en cinco esferas: Conocer las propias emociones: La conciencia de uno mismo, es la capacidad de controlar sentimientos de un momento a otro, es fundamental para la penetración psicológica y la comprensión de uno mismo. En este punto los autores coinciden manejado este punto por los demás como auto-conocimiento. Manejar las emociones: E la capacidad de manejar sentimientos para que sean adecuados, es una capacidad que se basa en la conciencia de uno mismo. Este punto se maneja como lo veremos como Auto- control, tal vez medular de esta Inteligencia que como vimos depende también de cuestiones fisiológicas. La propia motivación: capacidad de ordenar las emociones al servicio de un objetivo esencial. Llamado también Auto-motivación que es buscar los motivos por los que hago las cosas. Reconocer las emociones de los demás: la empatía es autoconciencia de las emociones de los otros. Punto en el que se busca en parte social del manejo de las emociones, saber que siente el otro, me da la pauta para empezar a pensar en los demás. Manejar las relaciones: la capacidad de manejar las emociones de los demás. Es la adecuación a nuestro ser social, parte esencial del desarrollo con los demás. 2. Las emociones según Mayer Mayer expone diferentes estilos característicos para responder ante las emociones: Consiente de sí mismo: Los que su cuidado los ayuda a manejar sus emociones. Son las personas que buscan cambiar. Sumergido: se trata de personas que a menudo se sienten abrumados y emocionalmente descontrolado. Es una persona que se da cuenta de lo que sucede pero no sabe por que por lo tanto no puede cambiar. Aceptador: personas que suelen ser claras en lo que sienten, pero no hacen nada para cambiar. Persona que se da cuenta de lo que le sucede, pero que llega a pensar que así es y que no lo puede cambiar. En el estilo de respuesta esta el tipo de trabajo que se puede comenzar hacer con cada persona. 3. Las emociones según Goleman. En base en las investigaciones realizadas por los dos investigadores anteriores y comparándole con las Inteligencias Múltiples, Goleman afirmó en su última conferencia en Madrid, que la inteligencia emocional, este término incluye dos tipos: · La Inteligencia Personal: está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo: Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de auto-confianza. Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas. Auto-motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos. · La Inteligencia Interpersonal: al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás: Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas. Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales. 4. La inteligencia Emocional según José Antonio Alcázar Este autor ha manejado en el 2001 este tema la Inteligencia emocional llamado a este Educación de la afectividad en su ultima exposición virtual dice lo siguiente: "Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama". San Agustín Los afectos constituyen nuestro núcleo más personal y peculiar. Es la inteligencia la que debe encauzar y utilizar la fuerza de los sentimientos. La inteligencia debe gobernar las pasiones como el navegante gobierna la embarcación, con el timón y las velas. Una buena educación sentimental ha de ayudar, entre otras cosas, a aprender, en lo posible, a disfrutar haciendo el bien y sentir disgusto haciendo el mal. Habla José Antonio de un desarrollo evolutivo de esta afectividad: El recién nacido siente malestar o sosiego. Llora o ríe. Y alguien va a entenderle. Su mundo es de necesidades, afectos y acciones. El primer trato con la realidad es afectivo. Ya a los dos meses los ojos de su madre son el centro preferido de su atención. Si se satisfacen todos sus antojos, se le impedirá desarrollar su capacidad de resistir el impulso y tolerar la frustración y su carácter se iría volviendo egocéntrico y arrogante. Hacia los 18 meses ya se han conectado las estructuras corticales con las profundas del cerebro, lo que permite la aparición de una afectividad inteligente. En los primeros años va configurándose el temple básico del niño. Hacia el primer año la madre va a enseñando al niño si hay que sentir y qué hay que sentir sobre el entorno. La seguridad del afecto de la madre es lo que permite al niño apartarse, explorar, dominar los miedos y los problemas. Una correcta educación proporciona la seguridad y el apoyo afectivo necesarios para sus nuevos encuentros. El desarrollo de la inteligencia está muy ligado a la educación de los sentimientos. Sentirse seguro es sentirse querido. En la familia uno es querido radical e incondicionalmente. Las experiencias infantiles impregnadas de afecto pasan a formar parte de la personalidad a través de la memoria. Aprende a andar y a hablar y su mundo se expande. Perturban intencionalmente, se saltan las prohibiciones, tantean... Y anticipan el sentimiento de sus madres. Hacia los dos años entran en su mundo las miradas ajenas. Disfrutan al ser mirados con cariño: ¡mira cómo...! A partir de ahora cobra gran fuerza educativa la satisfacción ante el elogio o ante las muestras de aprobación de aquellos a quien él aprecia. Hacia los 7-8 años nos convertimos en actores y jueces: reflexión y libertad. Y aparecen el orgullo y la vergüenza aunque no haya público. Hacia los 10 años pueden integrar sentimientos opuestos. Empieza a darse cuenta de que los sentimientos deben controlarse. Hacia los 7-8 años nos convertimos en actores y jueces: reflexión y libertad. Y aparecen el orgullo y la vergüenza aunque no haya público. Hacia los 10 años pueden integrar sentimientos opuestos. empieza a darse cuenta de que los sentimientos deben controlarse la adolescencia es una etapa decisiva en la historia de toda persona los sentimientos fluyen con fuerza y variabilidad extraordinarias Es la edad de los grandes ánimos y desánimos. Muchos experimentan la rebeldía de no poder controlar sus sentimientos ni comprender su complejidad. El descubrimiento de la libertad interior es importante para la maduración del adolescente. Al principio pueden identificar obligación con coacción, el deber con la pérdida de libertad. Al ir madurando comprende. Que hay actuaciones que le llevan a un desarrollo más pleno y otras que le alejan. que lo que apetece no siempre conviene. - que una libertad sin sentido es una libertad vacía. Ha de descubrir que actuar conforme al deber perfecciona y necesita aceptar el deber como una voz amiga, que se puede asumir con cordialidad. VI. CARACTERÍSTICAS DE LA MENTE EMOCIONAL. 1. Siguiendo a Daniel Goleman, la mente emocional es infantil, en cuanto a que es categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los grises. 2. Todo lo enfoca personalizándolo en una misma. 3. Es auto confirmante, ya que obvia y no permite la percepción de todo aquello que socava las propias creencias o sentimientos y se centra exclusivamente, en lo que los confirma. 4. Impone el pasado sobre el presente, lo cual quiere decir que si una situación posee alguna característica o rasgo que se asemeje de alguna forma a un suceso del pasado cargado emocionalmente (esto es, que suscito en nosotras gran emoción), la mente emocional ante cualquier detalle que considere semejante, activa en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado, con la añadida de que las reacciones emocionales son tan difusas, que no nos apercibimos del hecho de que estamos reaccionando, de una determinada forma, ante una situación que probablemente no comparta más que algunos rasgos, con aquella que desencadenó esa misma reacción en el pasado. 5. Sé auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente. 6. Realidad específica de estado, esta característica se refiere al hecho de que cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional. Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o enamorado. 7. La mente emocional también posee el rasgo de la memoria selectiva lo cual implica, que ante una situación emocional determinada, reorganiza los recuerdos y las posibles alternativas de forma que sobresalgan los que considera relevantes. 8. Es asociativa, esto es considera los elementos que activan los recuerdos como si fuera la realidad, y ya sabemos que un solo rasgo similar puede evocar la totalidad de los sentimientos asociados, por esto el lenguaje de las artes, metáforas, leyendas, fábulas, le hablan directamente. 9. El tiempo no existe para ella y no le importa como son las cosas, sino como se perciben y lo que nos recuerdan. 10. Por lo que respecta a las palabras asociadas a este tipo de mente, podemos hablar de rapidez, impaciencia, relacionarse, decisiones a partir de ensayo error, globalizar, orientada a las emociones, sentir, creer, intuir, vincular. 11. Es cálida, imprecisa y está orientada básicamente a las relaciones con nosotros mismos y con los demás. VII. LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS CAPACIDADES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 1. Independencia. Cada persona aporta una contribución única al desempeño de su trabajo. 2. Interdependencia: cada individuo depende en cierta medida de los demás. 3. Jerarquización: las capacidades de la inteligencia emocional se refuerzan mutuamente. 4. Necesidad pero no-suficiencia: poseer las capacidades no garantiza que se acaben desarrollando. 5. Genéricas: se puede aplicar por lo general para todos. VIII. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA. " Las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no sólo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos o con los demás" Daniel Goleman. Dentro de la empresa se observa la necesidad de dos habilidades para tener éxito en las empresas: la formación de equipos y la capacidad de adaptarse a los cambios. Las competencias emocionales más relevantes para el éxito caen dentro de los tres grupos siguientes. Iniciativa, motivación de logro y adaptabilidad. Influencia, capacidad para liderar equipos y conciencia política. Empatía, confianza en uno mismo y capacidad de alentar el desarrollo de los demás. 1. Competencias personales desde el punto de vista de la inteligencia emocional. Conciencia de uno mismo: conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e instituciones. Conciencia de uno mismo: conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e intuiciones. Conciencia emocional: reconocer las propias emociones y efectos Valoración adecuada de uno mismo: conocer las propias fortalezas y debilidades. Confianza en uno mismo: seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos y sobre nuestras capacidades Autorregulación: control de nuestros estados, impulsos y recursos internos Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos Confiabilidad: fidelidad al criterio de sinceridad e integridad Integridad: asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal Adaptabilidad: flexibilidad para afrontar los cambios Innovación: sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e información. Motivación: las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de nuestros objetivos. Motivación de logro: esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de excelencia. Compromiso: secundar los objetivos de un grupo u organización. Iniciativa: prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión. Optimismo y persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos. Competencia social. Determinan el modo en que nos relacionamos con los demás IX. IMPLICACIONES EN LA VIDA Y LA EDUCACIÓN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL. En mi experiencia profesional de 18 años en el ramo educativo, he llegado a comprobar lo importante que es la inteligencia emocional en la educación en la vida. Por eso implemente un programa para buscar en los muchachos un programa de asesoría que busca lograr la autoestima y autoconcepto positivo. Antes definiré estos dos conceptos, según Cooperssmith la autoestima es la abstracción que la persona hace desarrollar acerca de sus atributos, capacidades, objetos y actividades que posee o persigue; esta abstracción es presentada por el símbolo mi, que consiste en la idea que la persona posee de sí misma. El autoconcepto según Tamayo la concibe como un proceso psicológico cuyos contenidos y dinamismos son determinados socialmente y que le permiten comprender el conjunto de percepciones, sentimientos, autoatribuciones y juicios de valor referentes a uno mismo. Buscar estos en las personas esto es fundamental para llegar a tener una verdadera inteligencia emocional esto se busca con la asesoría (Ver ANEXO 1 Asesoría) Otras maneras para el control de las emociones son las siguientes: Lograr expresar con palabras lo que sentimos. verbalizar. ¿no entiendes bien qué te pasa? pues empieza a explicarlo. Cuando logramos expresar en palabras lo que sentimos damos un gran paso hacia el gobierno de nuestros sentimientos . "Una vez que tienes el valor de mirar al mal cara a cara, de verlo por lo que realmente es y de darle su verdadero nombre, carece de poder sobre ti y puedes destruirlo" Lloyd Alexander .Pensar, leer y hablar sobre los sentimientos. Es muy útil plantearse si no tendré yo los defectos que identifico en los demás. Es lo más probable. Identificar nuestros defectos y valores dominantes. Actitud crítica hacia el origen de la preocupación ¿cuál es la posibilidad real de que eso suceda? ¿qué es razonable hacer para evitarlo? ¿sirve de algo que siga dándole vueltas? Reflexionar sobre las causas. ¿qué pensamientos se esconden en el núcleo de la tristeza? Cuestionar su validez y considerar alternativas positivas. Que la reflexión no acabe en lamento. No sólo hay males que denunciar, también hay buenos ejemplos para seguir. Centrarse en lo constructivo La distracción es muy útil cuando los pensamientos deprimentes no tienen causa directa clara con moderación.. Evitar pensamientos victimitas. Desahogo con quien nos pueda ayudar. Esforzarse en ver lo positivo de cualquier situación. Descansar. Pensar en los demás. Descargar el enfado casi nunca es positivo. En los momentos de enfado se piensan, se dicen y se hacen cosas de las que nos habremos arrepentido al poco tiempo, pero producen heridas que son difíciles de curar. Hay que aprender a buscar una salida a los enfados que no perjudique a los demás. X. CONCLUSIONES La inteligencia emocional es importante en la vida de las personas, ser equilibrado en una reacción emocional, saber controlar las emociones y los sentimientos, conocerse y auto-motivarse. Eso da a la persona la capacidad de ser mejor persona, con mejores relaciones, lo que hará en su vida personal y profesional. El fin el lograr una personalidad madura, que es el conjunto existencial y dinámico de rasgos físicos, temperamentales, afectivos y volitivos propios, que nos hacen ser únicos y originales. En la Inteligencia emocional ya no depende del corazón depende de las capacidades intelectuales superiores del hombre, ya que un cerebro primitivo como es el sistema límbico debe supeditarse a un cerebro más avanzado, entre más control tengamos de nuestro cerebro, entre más rápido sean nuestras conexiones entre el cerebro primitivo y la corteza cerebral mucho mas inteligencia emotiva tendremos. Para lograr las conexiones tendremos que crear hábitos positivos sobre las emociones, lo que lograra que nuestras sinapsis sean mejores y más rápidas. Desarrollar la inteligencia emocional nos hará mejores personas, y nos ayudará a que los demás lo sean. Bibliografía. Goleman, Daniel. La inteligencia emocional, José Vergara Editor. García Garrido, Ferran. Educando desde el ajedrez, Editorial Paidotribo. 3. Valera Guerrero, Gilda Isabel, las emociones, www.monografias.com 4. Psicoactiva, www.psicoactiva.com 5. Principal Investigators, Pzweb.harvard.edu Neurohost web site, www.neurohost.org Martineaud, Sophie. El test de inteligencia emocional, Martínez Roca S.A. Shapiro, Lawrence E. La inteligencia emocional de los niños. Javier Vergara Editor. 9. Aguilar, Enrique. Temperamento, carácter y personalidad, INDICE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario