Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

martes, 20 de abril de 2010

Diccionario de Terminos Alemanes de Freud de Luis Alberto Hans

La obra reseñada es la traducción, supervisada por el autor, de un original brasileño de 1996 ―Diccionario Comentado de Alemão de Freud― de extraordinario interés para cuantos lectores españoles deseen adentrarse con seguridad en la obra del creador del psicoanálisis sin poder leerla en su idioma original. Incluso para aquellos que pueden hacerlo, este Diccionario constituye un utensilio muy valioso, dado el rigor con el que está compuesto y el conocimiento del alemán, así como de los textos freudianos, de que hace gala su autor, no sin rendir tributo en el apartado de agradecimientos a quienes han colaborado con él en cada uno de estos aspectos. Naturalmente, también hay que felicitar a la traductora al español, Sara Elena Hassan, por la pulcritud de su trabajo. En el apartado que lleva por título «Aclaraciones a los lectores de habla hispánica», con el que se abre esta edición, se presenta, casi con excesiva humildad y como pidiendo disculpas ―«éste no es un diccionario con pretensiones de legislar sobre traducciones y terminología [...]» ni de «esclarecer la teoría psicoanalítica a partir de la lengua»― lo que, a mi parecer, es la clave de su utilidad. Se trata, afirman el autor y su traductora, de «una obra de consulta donde se comentan los aspectos semánticos de los términos freudianos alemanes que se alteran o se pierden en el pasaje a otros idiomas, así como algunas implicaciones teóricas de estos cambios». Nada más; y ―como, retóricamente, suele decirse en estos casos― nada menos. Pues lo que su autor se propone resulta esencial para abordar, sin correr riesgos extraordinarios, la lectura y sobre todo el estudio de la obra de Freud. En una disciplina como el psicoanálisis de nada puede prescindirse con más riesgo que de esa especie de aura que rodea a las palabras. Si la traducción siempre es insuficiente, en último caso incapaz de restituir lo que se pronunció en el origen, lo es más cuando las lenguas en cuestión sólo comparten un origen común en el remoto y ocasionalmente mitificado tronco indoeuropeo. Y el alemán, digámoslo de una vez por todas, nos es extraño a quienes hemos nacido acunados por lenguas romances. ¿Es el psicoanálisis una hermenéutica, un humanismo, una ciencia, o puede pretender, tal vez, ser todo esto a la vez? Si es una ciencia, no lo es al modo de las matemáticas, poseedoras de un lenguaje propio de signos desvinculados de las herencias locales. Pero, en cualquier caso ―ciencia, humanismo o hermenéutica―, no puede eludir la exigencia de un lenguaje que permita, en la medida de lo posible, superar la confusión babélica que nos constituye como sujetos históricos. Y por su propia esencia, cualquier lenguaje que no sea el de las matemáticas es babélico. Por ello no basta con traducir, como no basta con leer en el idioma original. Hay que intentar, en la medida de lo posible, que las palabras y las frases «resuenen», que canten como la corriente sobre los guijarros, porque hay guijarros que constituyen el aura ―o, si se quiere, la ganga― de lo que, sin ellos, sería mero esquema. A este propósito se endereza la tarea de Luiz Alberto Hanns. Después de identificar algunas de las dificultades clásicas planteadas por la traducción de términos freudianos (por ejemplo, Trieb como «instinto» o como «pulsión»), así como de otros de uso común (por ejemplo, Leib y Körper, para los que el español no tiene sino una palabra, «cuerpo», que necesita adjetivarse cada vez que se pretende traducir cada una de las alemanas), selecciona cuarenta términos especialmente significativos ―y en general especialmente complicados― cuya importancia en la obra de Freud está fuera de discusión, que vienen ordenados alfabéticamente en español, desde «Afirmación» hasta «Transferencia» En cada caso el método expositivo es el siguiente: junto al término en español se sitúa el alemán, y a continuación las equivalencias en francés, inglés y portugués. Después de una breve explicación del significado de los términos alemán y español en su propio contexto idiomático, y casi siempre también en el contexto psicoanalítico en los respectivos idiomas, el autor procede a explicar la composición del término alemán, sus significados, connotaciones, etimología y términos correlativos, información ésta cuya importancia podrá evaluar quien haya tenido que lidiar con los textos de Freud. A continuación incluye un apartado de gran interés, titulado «Comparación con el término en español», que permite hacerse una idea muy cabal de los significados adicionales y las connotaciones de cada término en su idioma, que se pierden * Departamento de Historia de la Ciencia, Facultad de Medicina, Universidad Complutense, Madrid (España). Dirección para correspondencia: montiel@med.ucm.es. Una herramienta imprescindible: el Diccionario de términos alemanes de Freud, de L. A. Hanns Luis Montiel* HANNS , Luiz Alberto: Diccionario de términos alemanes de Freud. [Traducido del portugués por Sara Elena Hassan.]Buenos Aires-México: Grupo Editorial Lumen-Lohlé; 2001; 556 págs. ISBN 987-00-0035-5. Precio aprox.: 66 pesos (equivalente a 21 dólares). Reseñas 332 Panace@. Vol. VII, n.o 24. Diciembre, 2006 ―¡o que se incorporan!― en la traducción. A este apartado le siguen unos «Ejemplos de uso en Freud» que permiten familiarizarse con lo que podríamos llamar el tono propia y radicalmente freudiano del vocablo, cuando este tono existe, y en algún caso observar la diferente carga semántica del mismo término en distintos textos o en etapas diferentes de la vida de su autor. Los textos citados como tales ejemplos figuran cerca del final del libro en su idioma original. Esta información viene ampliada por un último epígrafe, «Comentarios», donde el autor añade cuanta información haya podido quedar al margen del sólido esquema precedente. En algunos casos los comentarios no precisan ser numerosos ni detallados. En otros ―por ejemplo, en el caso de «Compulsión, obsesión, presión: Zwang»― son más extensos y sumamente interesantes; y aunque el autor haya declarado su intención de no entrar en «la teoría psicoanalítica a través de la lengua», cuando lo hace, lo hace de la mano de Freud, de manera respetuosa e inteligente. La obra concluye con una serie de glosarios ―alemánespañol, español-alemán, francés-alemán, inglés-alemán y portugués-alemán―, donde, además de los vocablos específicamente estudiados en el diccionario, se incluyen otros de uso habitual en el psicoanálisis, y de una cuidada bibliografía. Una obra con tales pretensiones debe cuidarse de la acusación de incuria tipográfica, y sin duda ésta lo ha hecho. Puede encontrarse algún gazapo ―por ejemplo, en la página 51, bewäldigen por bewältigen―, pero desde luego la impresión es mucho más cuidada de lo que, por desgracia, empieza a resultar habitual. En suma, debemos dar la bienvenida a una obra de consulta obligada para todo aquél que, en adelante, pretenda trabajar sobre los textos freudianos con el obligado rigor. Una obra que, tal vez, incluso obligue a repensar en algún punto el trato dado al lenguaje freudiano y, a través de él, a los propios conceptos formulados por un autor con el que el siglo xx, y también nuestro presente, no han dejado ni pueden dejar de confrontarse.

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