domingo, 25 de abril de 2010
Gayle Delaney, autora del libro “Sueños Eróticos”
Cuando la luz se apaga, entre las sábanas, el inconsciente comienza a trabajar y se liberan los deseos más profundos. Los que no se reconocen cuando estamos despiertos. Es ahí cuando los sueños eróticos se desarrollan libremente.
Desde tiempos inmemoriales el hombre se ha interesado por darle a los sueños un origen y un significado. En el ámbito onírico hay de todo, desde la versión freudiana hasta la de curanderos y hechiceros primitivos, pero la mayoría de las hipótesis apuntan a que el inconsciente libera los temores y deseos que el conciente reprime.
El misterioso mundo de la mente
Para entender el fenómeno de los sueños hay que distinguir tres términos altamente relacionados: consciente, inconsciente y subconsciente. El primero se refiere a lo que tenemos en la mente estando despiertos. Lo que olvidamos o que no podemos reconocer corresponde al inconsciente y a lo que podemos acceder con facilidad a través de los recuerdos es el subconsciente.
Cada noche las personas sueñan varias veces y es muy usual que no se recuerde el contenido de los sueños. Según los especialistas, es posible recordarlos si despertamos en el momento adecuado, pero existe la “censura freudiana” o inconsciente que impide que el sueño aflore al estado consciente.
Si despertamos bruscamente cuando nos encontramos en la última fase del REM (Rapid Eye Movement o movimiento rápido del ojo) recordaremos casi perfectamente el sueño.
Los episodios oníricos constituyen una conversación con nosotros mismos en la que el inconsciente nos enfrenta a problemas y necesidades, que nos afectan directamente, en un lenguaje propio, muy simbólico. Es aquí cuando los sueños eróticos deben ser analizados, ya que son una señal de que algo está pasándonos.
Deseos reprimidos
Según la teoría freudiana, el ámbito sexual es el que mueve al mundo. No se trata sólo del aspecto genital, sino del erotismo, que está relacionado con los afectos y con la necesidad de cariño y de acercamiento a los demás.
Los sueños eróticos, por lo general, son distintos de la conducta sexual y social que se practica estando despiertos. Estos pueden ser violentos, disparatados, arrebatadores, perversos y responden a conflictos íntimos y necesidades emocionales ocultas, revelan miedo a la intimidad y previenen contra determinadas relaciones.
Según explicó Rosaria Cusano, experta en sueños y editora de la publicación “Dreams”, en Pisa, Italia, tener sueños eróticos es completamente normal, ya que se trata de manifestaciones espontáneas del inconsciente que se debe aprender a interpretar.
Según datos recopilados por “Dreams“, los sueños eróticos son un reflejo de los temores y de los deseos de los afectados. “Por ejemplo, los italianos suelen tener sueños eróticos, los norteamericanos de horror, los franceses tienen sueños místicos o mágicos y los españoles, de corte romántico”, explica Cusano.
Sueños femeninos
La mayoría de las mujeres tienen sueños eróticos al menos ocasionalmente. El informe Kinsey reveló en una encuesta realizada a ocho mil mujeres norteamericanas que cerca del 70 % había tenido sueños eróticos en algún momento de su vida. Incluso, un porcentaje substancial había tenido un orgasmo durante un sueño erótico.
Este informe también demostró que los sueños eróticos tienden a aumentar antes de la menstruación, en la ovulación y durante el embarazo. Además, se comprobó que el contenido sexual de los sueños es más frecuente mientras menos actividad sexual existe en la vida real.
Por otra parte, el informe Kinsey reveló que gran parte de estos sueños son aterradores, dolorosos y frustrantes. Esto se podría interpretar como expresión de la sociedad estadounidense que manifiesta violencia latente y real, sumado a la frustración provocada por el estilo de vida.
Sueños masculinos
Los sueños eróticos del hombre suelen consistir en relaciones sexuales con mujeres fogosas y desinhibidas, que los desean apasionadamente y que están dispuestas a cumplir sus fantasías eróticas.
Gayle Delaney, autora del libro “Sueños Eróticos” sostiene que es más frecuente que los hombres tengan sueños eróticos de conquista, dominación o placer.
Delaney explica que las mujeres tienen sueños eróticos con alguien conocido, en cambio los hombres suelen soñar con mujeres anónimas. Según la autora, la relación personal es un aspecto muy valorado por la psicología femenina y es transmitido con reiteración en los medios de comunicación, lo que hace que se sientan vulnerables durante los sueños, aunque se trate de mujeres fuertes y decididas en la vida diaria.
Siguiendo con Freud, en todo sueño anida un deseo reprimido. Pero también un sueño erótico guarda relación con temor, ansiedad y necesidades. Estos temores y necesidades se reprimen en la vida cotidiana por ser situaciones amenazadoras o por falta de tiempo para encarar el problema y por esta razón se desatan en el ámbito onírico, en un ambiente protegido, donde sólo uno puede entrar y nadie podrá criticar.
Enviado por Hiro Haymi.
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