dinámica de toda una sociedad. Así entendido, el autoengaño ha de considerarse como un mecanismo psicológico de defensa contra los dolorosos embates del mundo exterior. El cerebro humano es capaz de filtrar selectivamente, la información que recibe, "archivándola", si es necesario, y de esa manera disminuir la conciencia de la memoria y de las percepciones negativas.
Este mecanismo crea un punto ciego que bloquea la atención y disminuye el impacto de las decepciones. Pero, aunque el autoengaño es, en la mayoría de las ocasiones, beneficioso para la estabilidad psíquica y emocional, ya que su función es precísamente preservarla, a veces puede ser peligroso y perjudicial, tanto a nivel social como individual... "El punto ciego" enriquece considerablemente el conocimiento de nosotros mismos, desmitifica nociones falsas... y nos acerca un poco más a la pregunta más importante de cuantas puede formularse un ser humano: ¿Quién soy yo...?
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