miércoles, 13 de enero de 2010
Carencia de Vanidades
Si entendemos la humildad como la carencia de vanidades; como una no sobrevaloración de este mundo pasajero; como una actitud de vigilia y respeto hacia todos los seres vivos, especialmente hacia aquellos más virtuosos y sabios que nosotros; la humildad es, sin lugar a dudas, una característica distintiva de las Almas inclinadas a todo lo noble y, sobre todo, a la existencia viva de Dios. Así entendida, la humildad es la mejor piedra de la corona de las virtudes y no podemos concebir a un hombre o una mujer que hayan pasado justamente a la Historia sin el aderezo de la humildad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario