Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

domingo, 24 de octubre de 2010

Perdonar para Vivir Mejor

Perdonar para vivir mejor En toda relación humana se generan problemas y desacuerdos que nos pueden hacer sufrir, y nos llevan a acumular sentimientos negativos como rencor, odio o rabia. Actualmente sabemos que estos sentimientos afectan considerablemente la salud, recordemos cuantas veces hemos experimentado dolores de cabeza, espalda o estómago después de sufrir un gran enojo producto de una acción inesperada por parte de otra persona. Investigadores médicos, han estudiado el estrés producido por los rencores acumulados y han descubierto que son la causa de disparar o agravar dolores como los señalados. Otros asocian la tendencia a permanecer resentido y la incapacidad de perdonar con aumento del riesgo a morir de enfermedades cardiacas o cáncer. También han referido que las personas que aceptan que en la vida hay malos entendidos y choques con los demás y que los efectos se pueden neutralizar, son propensos a una vida más saludable. Visto de esta manera queda claro que uno de los mejores motivos para perdonar es liberarnos de nocivas emociones. Perdonar es abrir una válvula de escape para permitir la salida del veneno acumulado por el rencor y el resentimiento. Cuando una persona perdona, no está ayudando a quien la ofendió, se está ayudando a sí misma, porque se está deshaciendo de los sentimientos negativos y está recuperando el equilibrio, la paz interior y la felicidad. Pero... ¿hay que perdonarlo todo? La noción del perdón no depende forzosamente del acto. Hay acontecimientos graves y traumáticos, y por ello imperdonables. No tratamos de decir lo que hay que perdonar o no. Tal vez, el acto de perdonar no se trate en realidad de un hecho altruista orientado hacia los demás, sino como lo hemos mencionado, del beneficio físico y emocional que obtiene el que perdona. Si hay en nuestra vida algún enojo por algo que ocurrió en el pasado, vale la pena preguntarnos para qué nos sirve el enojo hoy en día. Recordemos que si permanecemos atados al pasado, no podemos vivir en el presente ni edificar en el futuro, y todos tenemos el poder de comprensión, perdón y reconciliación. Artículos A

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