Humildad Jacobo

Busquemos la Verdad

domingo, 16 de septiembre de 2012

La búsqueda de la Humildad


La humildad siempre a sido asociada a lo poco, lo malo, lo sucio. Cuando tocan a tu puerta y es alguien pobre, regularmente cuando te avisan quién es te dicen que es una persona humilde, Pero cuando sales te das cuenta que era alguien sucio y mal educado que de humilde no tenía nada. Casi siempre definimos la humildad de manera equivocada.
Al humilde Dios lo exalta.
La mayoría de las personas somos altivas y orgullosas.
Aprender humildad es un gran reto. Supone aprender a reconocer nuestra pequeñez somos pequeños y fallamos. Hemos de llenar nuestro corazón de humildad.
La humildad de los que aprenden.
La humildad de los que buscan
La  humildad de los que escuchan
La humildad de los que reconocen sus fallos
La humildad de los que no son creídos
La humildad de los que no son orgullosos.
La humildad de los sencillos
La humildad de los que respetan
La humildad de los que no son altivos
La mayor parte de gente la asocia a cosas malas como la pobreza y la suciedad. Pero, si la humildad es buena, ¿por qué va a traerte cosas malas? La humildad trae cosas buenas a la vida de las personas.
En realidad, pareciera ser que la humildad no trajera nada bueno. Regularmente se cree que el rico es orgulloso y el pobre es humilde, pero en realidad no es así. Dios no manda el mal a la gente ni escoge al azar quién va a estar bien y quién no. Él nos quiere a todos igual y desea que estemos bien. Muchas de tus oraciones no han sido respondidas porque no tienes humildad en el corazón.
La Palabra de Dios en Proverbios 22:4 dice: Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Hay regalos y hay recompensas de Dios. Este versículo se refiere a las recompensas. Al decir vida, no se refiere a la que recibes biológicamente, esta hablando de la buena calidad de vida que es una recompensa para las personas que tienen respeto y temor al Señor. Es decir, si el motivo por el cual haces las cosas es cumplir, honrar y obedecer a Dios con actitud de humildad, obtendrás riquezas, honra, y vida.
La humildad tiene que ver con cosas buenas, no con cosas malas. Riquezas, honor y vida son una recompensa al humilde. Debemos averiguar y pedirle a Dios que nos enseñe como ser humildes.
Cuando fui a predicar al zoológico y nadie me quiso escuchar, tuve que aguantar la pena, pero cuando tienes 70 mil personas y te reciben con aplausos y muestras de cariño, necesitas humildad. Pide a Dios un corazón humilde para soportar todo el honor y la calidad de vida que te quiere dar.
No podemos perder las bendiciones por pequeños detalles de orgullo que tenemos. Dios tiene en una mano toda la bendición para podértela dar, solo esta esperando que cambies. Dios no escucha a los orgullosos.
Dios no tiene ningún problema en honrarte o enriquecerte si ve tu corazón humilde. Hay cosas que aunque las pidas Dios no te las puede dar por el corazón que tienes.
Aunque te cueste creerlo la voluntad de Dios es exaltarte si te humillas. ¿Dios puede exaltar a alguien? Dios no tiene problemas de exaltar a alguien si a demostrado que puede bajar. Si tu puedes bajar seguramente Dios te puede subir. La humillación anuncia la honra. Cuando formas carácter y has aprendido a bajar no tiene ningún problema. La tierra no ha visto lo que Dios puede hacer con un hombre que se rinda
En 1 Pedro 5: 5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros revestios de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Las Escrituras en el Salmo 138:6 dice: Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.
Dios oye al humilde. Hasta para presentar reclamos hay que ser humildes. La Biblia dice que Dios atiende al humilde. Si quiero que Dios me atienda tengo que pasar humillaciones, tu necesitas en medio de tus problemas que Dios te atienda, pero orgulloso dice que te tiene de lejos, no te oye y es imposible que te atienda, Dios es excelso, y cuando nosotros nos portamos orgullosos hacemos el ridículo delante de Él. ¿Que te cuesta bajar la cabeza?
En Isaías 57:15 dice: Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde es espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Dios compara al humilde con el cielo. La humildad es un adorno que atrae a Dios. Sólo los humildes capturan al Señor. La humildad atrae a Dios y el orgullo lo repele.
La humildad es poderosa y debe asociarse con cosas buenas, y la mejor de todas las cosas es que es capaz de atraer a Dios y hacerlo bajar para habitar contigo.
¿Por qué es mala tu situación? Será porque por fuera aparentas humildad, pero por dentro tienes un orgullo muy grande. ¿Qué vas a hacer? Vas a perder todo lo que Dios tiene para tu vida por esos actos y arrebatos de orgullo que a menudo y frecuentemente estás teniendo. No tienes muchos años para vivir en la tierra como para desperdiciar las bendiciones.
Captura a Dios, no lo dejes ir si Dios te ha visitado y te ha dado unción porque la pierdes, hasta crecer. Donde luce mejor la humildad en la pobreza o en la riqueza, en lo pequeño o en la grande. Mientras más grande te haga Dios más vas a requerir humildad para soportar. No dejes a Dios con las ganas de bendecirte. ¿Qué te cuesta? ¿Por que dejas a Dios con las bendiciones en la mano? No importa que digan, que hablen o que te hagan si Dios te va a dar más.
Todos tenemos una parte de orgullo, pero hay quienes saben que son más orgullosos. Si reconoces que en verdad eres una persona orgullosa. Debes ser libre de eso. Piensa en algo que hallas ganado por orgullo, ahora bien, ¿Cuántas veces te ha ido mal por ese orgullo, cuántas veces te has herido a ti mismo y has herido a tus seres queridos? Si eres orgulloso quiero desafiarte a tomar la decisión de dejar eso por un lado a partir de hoy. Confía en Dios, vas a ver como Dios te sana.
Tú conoces las cosas que tienes en tu corazón y puedes analizarlas. Habla con Dios y dile que estás cansado de ese orgullo que no te hace feliz. Renuncia a tu orgullo y con la ayuda del Espíritu Santo llegará a ser una persona humilde de corazón.
Háblale a Dios y agradécele porque Su Palabra que te renueva y exhorta. Si aceptas que eres orgullos, renuncia a eso hoy. Habrán momentos difíciles y que van a doler, pero desecha el orgullo y pide a Dios ser una persona sencilla y humilde de corazón, que disfrute y goce de las bendiciones que Dios da a otros

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